Lex (Sandra Rodríguez) economista de 35 años, llega a su casa luego de un largo día, igual a todos los anteriores. Después de comer algo congelado, como su vida, se dispone a seguir trabajando sobre el caso que la distrae de pensar en lo que realmente la atormenta: la pérdida de su familia. Es una mujer que se encuentra sumergida en una angustia profunda y entre la rutina y el vacío se encuentra en lo onírico de la frase cliché “si pudiera volver el tiempo atrás”.
Este cortometraje de ciencia ficción coloca a Lex en una habitación desconocida. El personaje va descubriendo las consecuencias de sus actos a medida que avanza el relato.
Se vuelve difícil definir el momento en el que vive. Conviven elementos del pasado, del presente, y varias versiones de un futuro. El tiempo no lo marca ella sino que un reloj que no se sabe cuando dejará de marcar el paso.